viernes, 1 de febrero de 2013

Carpe Diem, disfruta del texto. 3º ESO

Buenas tardes chic@s, somo Raquel y Azahara,

Después de la clase de Renacimiento, dejamos una tarea pendiente. A continuación os adjuntamos un texto de opinión, publicado el pasado 21 de mayo en el diario El País, por Almudena Grandes. La práctica consiste en:
                 1. Leer el texto atentamente. 
                 2. Buscar la temática y anotarla con los ejemplos del texto.
                 3. Enumerar aquellos temas que trate el texto y no comprendáis. Buscad una breve aclaración.
                 4. Relacionar el concepto del Carpe Diem estudiado en clase con el que se expone en el artículo.

El plazo de entrega será el viernes 8 de febrero

Almudena Grandes

CARPE DIEM


Nuestros antepasados latinos nos lo enseñaron: disfruta del día, no desperdicies las horas de hoy, porque son únicas e irrepetibles

No es que no tenga temas sobre los que escribir. En realidad, lo único que sobra últimamente en España son argumentos de ficción y no ficción, casi todos, por desgracia, del género de terror. Corralito sí,corralito no, los recortes de los viernes, la prima por las nubes, la Bolsa por los suelos, la soledad del banco azul, el talento de Rato, el porvenir del Estado de las Autonomías... Y así, hasta el infinito. Podría escribir muchas columnas diferentes, todas de rabiosa actualidad. Pero la actualidad últimamente es tan efímera, que las verdades como catedrales de hoy resultarían pasado mañana delirantes ensueños de optimismo. .


Por eso prefiero volver la vista atrás, hacia nuestros antepasados latinos, que para los bárbaros del Norte eran un hatajo de holgazanes hedonistas y derrochadores, ensimismados en placeres estériles, tan improductivos como la filosofía. Ellos nos lo enseñaron, disfruta del día, no desperdicies las horas de hoy, porque son únicas e irrepetibles, porque son tuyas, y cuando vuelen, no las recuperarás.
Eso es todo lo que puedo decirles hoy, carpe diem, porque ni siquiera Merkel tiene poder para arruinar la dulzura de la primavera en el sur de Europa, el aire fresco, crujiente, de estas mañanas que parecen estrenar el universo entero en cada amanecer. Disfrútenlas, salgan a la calle, siéntense al sol y resistan en el bendito nombre de la felicidad. Niéguense a acatar una angustia mucho más estéril, más improductiva que el optimista hedonismo que nos reprochan, porque los que dicen que saben, no saben nada, porque los que tenían la clave, no tienen ni puñetera idea, porque la verdad de ahora, será mentira mañana, pero el día de hoy nunca volverá. Carpe diem. Piensen en latín, porque si alguien ha sabido alguna vez lo que significa perder un imperio, fueron ellos, y sin embargo, aquí seguimos estando.

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